El argentino suma ya cinco goles sin haber sido titular hasta la lesión de Benzema
No es un futbolista valorado en su justa medida. Llegó muy joven al Real Madrid. Debutó el 14 de enero de 2007, con veinte años. Como no fue un fichaje estelar, nunca recibió el reconocimiento de las estrellas. Pero Gonzalo Higuaín se ha ganado una plaza en la delantera del equipo desde hace tres años. Suma 75 goles de Liga en 134 partidos. Esta temporada lleva cinco en seis partidos, sin ser titular. Un puesto que perdió después de una dura recuperación de su operación de hernia discal. Pero Mourinho nunca dejó de contar con él. Es su titular número doce. Su recambio.
«Estoy contento, tenía ganas de un partido así tras la lesión y todo lo que sufrí», decía el goleador. «Hacía tiempo que no disputaba un partido entero y estoy feliz, me salió todo perfecto», señalaba con los ojos brillantes.
En Cornellá-El Prat marcó dos golazos de la casa, en dos trallazos por la escuadra, y un tercer tanto en un toque colocado. Solo tiene 23 años y ya ha dejado huella en este club. Benzema sabe que el argentino siempre será un rival por el «nueve».
Mourinho es listo. Al francés y al gaucho les ofrece confianza para que ambos compitan. Y los dos le responden. La mejoría de Karim en el comienzo de esta campaña significó un acicate para Gonzalo, que ha derrotado la lesión en la espalda. El portugués destacó la respuesta del argentino y de otros hombres que no son fijos en el once: «Me alegro por el rendimiento de Higuaín, de Albiol, de Lass y de Arbeloa, que no juegan habitualmente y han respondido magníficamente». Pardeza, director deportivo de la entidad, ensalzó el beneficio de esta competencia: «Higuaín juega muy bien al espacio, tiene buen disparo y estamos muy contentos con él. Tanto él como Benzema van a ser importantes. Necesitaremos a los dos».
La plantilla le ovaciona
Las tres dianas de Higuaín suscitaron una explosión de júbilo en el banquillo, que ha valorado su ejemplo de superación. Su primer tanto era el colofón a una jugada magnífica nacida a los pies de Kaká y de Cristiano. El segundo era el remate de un pase en diagonal de Arbeloa. En el tercero aprovechó un error defensivo blanquiazul. En los dos primeros goles enganchó el balón a la primera. No es Gonzalo un hombre que toque y retoque la pelota. Su virtud es la velocidad en el disparo.
El 0-4 volvió a situar al Real Madrid en el sendero de la confianza en la lucha por el título. Se encuentra a un punto del Barcelona. Mourinho fue claro: «Un punto más o menos no importa ahora. Lo fundamental es que hemos cambiado una semana negativa por una fantástica».
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