Higuaín,un ejemplo de superación para beneficio del Madrid

Argentina y el Real Madrid asisten, con cierto asombro, a la segunda eclosión de Higuaín. La primera ocurrió cuando, en mitad de uno de esos periodos de sequía que incluía los murmullos incómodos del Bernabéu, el jugador se sobrepuso a la crítica y empezó a marcar goles hasta alcanzar la titularidad en el equipo. Suyos fueron algunos tantos emblemáticos, como aquel que supuso ganar una Liga en Pamplona, y eso fue alimento de primera calidad para que la grada lo acogiera como ídolo y dejara de mirarlo con sospecha. Pero no fue sólo la afición. Un técnico como Mourinho, particularmente exigente, lo ubicó por delante de Benzema a la hora de confeccionar la alineación.

En su mejor periodo, a Higuaín le sorprendió la contrariedad en forma de hernia discal. Una lesión larga, engorrosa, con quirófano incluido. Una dolencia de las que levantan dudas sobre una recuperación plena. Pero de ésta también ha salido el argentino. Lo ha conseguido utilizando las mismas armas que la vez anterior: discreción en el trabajo y y un aprovechamiento máximo de las oportunidades. A sus goles con el Real Madrid en los últimos partidos une también los que acaba de marcar con su selección.

Ahora que tanto se habla de los valores que debe encarnar el madridismo, la plantilla se encuentra en sus filas con un personaje que responde al estereotipo que siempre se colgó a los jugadores del Real Madrid. Higuaín ha vuelto a posicionarse en un lugar de privilegio gracias a un trabajo en silencio, sin quejas, a una laboriosidad cotidiana de la que ha recogido buenos réditos cuando le ha llegado la oportunidad. El gran beneficiado es Mourinho, que se encuentra con un fichaje que tal vez no esperaba.

Otro tanto sucede con el nivel de compromiso de Cristiano Ronaldo. Se exprime en el Real Madrid y en la selección portuguesa, que se juega la clasificación para la Eurocopa. Jugadores como él o como Higuaín son necesarios en cualquier plantilla.