El club y en especial Florentino Pérez sienten predilección por un jugador que ha demostrado su entrega, compromiso y cariño por el Real Madrid. De hecho, tras la lesión de espalda del argentino la pasada campaña, el jugador comprobó cómo el mandatario blanco se volcó con él para que tuviera a su disposición a los mejores especialistas. "Quiso que le tratasen como si fuese un hijo suyo", recuerdan en el club.
A Higuaín no le faltó de nada, sintió el respaldo del club en todo momento y, efectivamente, estuvo en manos de los mejores especialistas para recuperarse lo antes posible. Ese gesto el delantero no lo olvida y desde entonces su relación con el club y, sobre todo, con Florentino Pérez, es muy buena. Ahora, en esta nueva situación comprometida para el delantero argentino, el club ha vuelto a dar la cara y está haciendo todo lo posible para que continúe. Y es que en estos momentos, que Higuaín siga es un asunto prioritario.
Mou le considera pieza fundamental
Mourinho nunca ha escondido su debilidad por el delantero argentino y la importancia que tiene en el equipo. En su primera temporada, hasta la lesión del argentino, le dio los galones en ataque por delante de Benzema.
La pasada temporada, rotó a ambos en la punta de ataque. Incluso, los puso juntos en el once en varias ocasiones. Sin embargo, sí es cierto que, en la decisiva recta final, el francés jugó de inicio todos los partidos claves en Liga y Champions. Una circunstancia que para el técnico no significa que Higuaín no sea un delantero top y pieza clave.
Para Mourinho, Higuaín es un delantero de garantías y junto a Benzema considera que forman un ataque de talla mundial del que pocos clubes en el mundo pueden presumir.
... y los aficionados le adoran
El último partido del Madrid en el Bernabéu ante el Mallorca tuvo como gran protagonista a Higuaín. El argentino pudo comprobar de primera mano el cariño que siente la afición blanca hacia él. El "¡Pipita, quédate!" retumbó en las gradas del coliseo blanco en varias fases del partido, y con especial emoción cuando el delantero fue sustituido por Mourinho. En ese momento, el Bernabéu puesto en pie despidió al jugador con el famoso cántico en su máxima expresión.
Higuaín, gratamente sorprendido por la respuesta de su afición, no paró de saludar y de responder al tremendo afecto que estaba recibiendo por parte de los seguidores blancos. Una reiteración en sus aplausos hacia la grada que muchos interpretaron como un gesto de despedida, como una prueba más de que el argentino había disputado su último partido en un Bernabéu que no lo daba por perdido.
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